domingo, 27 de abril de 2014

Me ciego.

Sobre las once de la noche y yo solo llego a ver tus ojos verdes.
Pasas el brazo por mi cuello.
Que bien sabe tu sonrisa.
Cuatro besos de despedida. Dos de adiós, dos de locura.
Y esa mueca de decepción por no saber si soy de azúcar o sal.
Chico yo siempre he sido de muchas vertientes.
Jodidos ojos verdes.
Me hundo en tus pensamientos y tú me tienes varias noches en vela.
Nada que la cerveza no pueda solucionar.
Abrázame más fuerte.
                                                                Bésame.
Damos vueltas y nos volvemos carrusel.