jueves, 31 de enero de 2013

Agosto

Apareciste como si nada, el chico del paseo con el pelo verde.
Y yo, y mi vergüenza, camino al saludo. 
He de decir que no me gusta los abrazos de gente que no conozco. Pero ahí estabas tú tan "raro" desde el principio.
Y yo tan roja como siempre (vergüenza).
Camino a dónde ninguno tenía idea fuimos conociéndonos.
Y desapareciste, pero no te echaba de menos.
Admito que te recordaba, no todos los días se conocía a un chico con el pelo verde, diferente y que cada dos por tres le salía una tontería.
Eras lo que necesitaba, y aún no tenía ni idea.

Pero volviste, te conocí.                 
Te quise. De la manera más especial que pude.
Y te quiero, de todas las maneras posibles. 

Simples

Tú - yo = a un sinfín de recuerdos.
Un    terminado.
La multiplicación de los problemas que tuvimos, divididos entre sentimientos.
Los que se acabaron.
Y aquí estamos, cruzándonos por las calles y mirando al horizonte
Cómo si no nos conociéramos
Después de tanto tiempo..
Aún te noto en mi cama al despertar,
Que es lo que mas jode.


domingo, 27 de enero de 2013

jueves, 24 de enero de 2013

miércoles, 23 de enero de 2013

Despedidas

La mejor despedida para una historia triste es un buen beso y una larga lágrima.

-


lunes, 21 de enero de 2013

sábado, 19 de enero de 2013

Mojigato, concentración.


Y ahí estás tú como si nada.
A lo lejos.
Como si de una desconocida se tratase.
Y de pronto, intentando evitarlo, imágenes se me amontonan en la cabeza.
No sé cómo hacer para olvidarme de ti.
No fuimos nada, no amigos.
Pero en cambio significaste tanto.
Desde la primera sonrisa, hasta la última bocanada.
Aún apareces en mis sueños. Un año después.
Eres el fantasma de lo ireal, lo que nunca tendré y siempre he querido.
Aún recuerdo tu último masaje, en realidad el primero, en el sofá, mi estrés, tu paciencia, y tus manos mágicas.
Hiciste olvidar todos mis problemas.
No debería pensar en tu sonrisa.
Intento olvidar ese día y esa noche.
Y me salvaste.
Como un pájaro alzando el vuelo cuando el gato le acecha.
Echo de menos esas manos..
Y el abrazo de despedida.
Eso es lo que me queda, un mero abrazo de despedida.
Profesor en sonrisas, experto en salir mal en las fotos.

sábado, 12 de enero de 2013

Un habitante de mi dolor.



Soy peor que Atila, por dónde paso no es que no crezca la hierba, es que arden corazones. Cómo el mío.

viernes, 11 de enero de 2013

La sensación de estar agotada, tanto física como mentalmente.



Lo peor de todo esto es que llevo demasiado tiempo dándole vueltas. ¿Por qué no podría ser de esas personas que no necesitan pensar las cosas mil veces, que no necesitan tener todo calculado, que no buscan fallos en todo? En todo.
Tampoco creo que yo tenga la culpa de todo, ¿no?
Lo que ocurrió, fue porque tenía que ocurrir, y las personas se cansan. Por cruel que parezca.
Un camino largo, lleno de pensamientos y recuerdos que invaden tu calle, y las mil siguientes.
Y aquí estamos, mi orgullo y yo esquivando a esa multitud.
Entonces miras al cielo, y “puaf” al suelo.
Ahí tirada es dónde peor se piensa.
Manos a la cabeza, y cabeza entre las rodillas.
Entonces lo recuerdas los “te echo de menos” y a ti, gilipollas.
Me levanto, y miro hacia atrás, ahí están todos amontonados, como un sábado por la mañana de rebajas esperando a que abran las puertas.
Error por error.
Pero aquí estás tú, y si todo eso (mirando hacia atrás) me ha llevado a ti, ¿Por qué han de ser errores? ¿Por qué no se hicieron bien en su momento? Quizás. Pero de errores se aprende, y yo debo ser una persona muy, muy, inteligente (sino no me explico.)

Ni el bucle de tu habitación te salva de esta, Olga.

Te cagaste de miedo, te cansaste, te peleaste, diste moneda por causa perdida, te soltaste, te agobiaste.


Y de pronto, el verano.


jueves, 10 de enero de 2013

.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos