domingo, 26 de febrero de 2012

"Y si no sabes lo que quieres ser.." Llámalo como quieras, pero conmigo. ~


"Me encanta la palabra infinito, un día me tatuaré el símbolo sólo por lo que representa para mí, pero tengo muy claro que "se califica todo de infinito hasta que se termina" porque, piénsalo, ¿para que empezar algo que para ti va a ser importante si no es por un infinito? y ¿si no sabes cuándo va a terminar, o cómo, no es un infinito hasta que termine?

Pues lo dicho, hasta que termine (si es que termina) tú eres mi infinito."



martes, 21 de febrero de 2012

..

Punto y final-


..y estás sentada frente al pc, sin saber bien que hacer, con que llenar el tiempo que te queda hasta que te llegue el sueño (mierdas varias de tener el sueño totalmente cambiado...) y entonces empiezas a sentirlo, eso de que "hoy no es tu día" (y tanto). Cómo me gustaría cambiar todo este día, con lo bien que había empezado, y lo mierda que se está haciendo poco a poco...
Vale, que es lo de siempre, que yo misma me lo he ganado por ausente y más mierdas varias, pero odio los días en los que siento que no hago nada, que este día no ha servido para absolutamente nada... y entonces (optimista de mi) empiezas a pensar que tampoco ha ido tan mal el día, he visto a mi sobrina, me ha tenido dibujando y jugando, me ha hablado en su idioma y contado miles de cosas, quienes son sus padres y te sigue llamando Patri. He tenido tiempo para mí, totalmente sola (como a mí me gusta la tranquilidad), escuchando música y un  pequeño etcétera más.

Pero sigues sintiendo que hoy estas sola, y de ahí no te saca nadie.

Rubén- 20 de Febrero de 2012


Ayer otra despedida más, y no va a ser la última que es lo que más me jode de todo esto.
Y vale que como muy "tarde" te veo dentro de dos fines, 11 días aún, y que es relativamente poco. Que nosotros podemos aguantar y que Internet nos une más de lo que nos damos cuenta. 
Pero no es nada comparble con la alegría que me da verte, ni con la tranquilidad que siento al abrazarte...
Esta semana, gracias a todo con puente, te he necesitado mucho más que cualquier otra, y sigo haciendolo... no es una buena época y lo sabes, y de verdad que nada me ha tranquilizado tanto estos días como tenerte acostado en mi cama hablando de cualquier gilipollez, o yo en la tuya durmiendo.

El chico del pelo verde que tanto me cuida, que feliz me haces (siempre)

domingo, 19 de febrero de 2012

Cosas que merecen la pena.

Siempre es un buen momento para crear un recuerdo. Y contigo, Rubén, con más razones aún.

martes, 14 de febrero de 2012

Para las tardes como hoy.

Hoy, 14 de febrero de 2012, mucha gente estará o habrá celebrado San Valentín.
Me alegra saber que pese que haya cambiado en muchos aspectos; en la forma de tomarme los días, las cosas y en el modo de pensar, sigo siendo yo misma al decir: ¿y que porque sea San Valentín?
No digo que no tenga a una persona especial a mi lado, claro que la tengo Rubén está conmigo como lleva estándolo desde Agosto (que por cierto, que sonrisa más tonta acaba de salirme..) pero me sigue sonando raro la frase: ¿y que vas a regalarle por San Valentín? o ¿Y él/Rubén, que va a regalarte? Más que rara es absurda, ¡si llevo regalándole tonterías todo este tiempo!
Yo celebro, y tampoco es una celebración como dicha palabra dice, sino un mirar atrás y decir: "Oye pues si que estamos yendo lejos, ¿no?" que hoy hago 6 meses, ¡y así porque así con la tontería!
Me encanta no darme cuenta de que el tiempo pasa tan rápido, y pensaras: "Vega ya está la típica enchochaica que ahora me vendrá con que el tiempo pasa rápido cuando está con él y muy lento cuando están separados y blábláblá"
Que va, se que sigue el mismo ritmo, se me pasan igual de rápido una tarde con él, como una tarde entretenida con mis amigas, mi familia, dibujando o haciendo la tonta con cualquier cosa.
Pero no niego, que prefiero estar con él. Si por elegir que no falta, ¿no?
Pues eso, que sigo sin verle el sentido a regalar mil rosas, flores en general, relojes, anillos, peluches, corazones de cartulina, y regalos varios hoy por el simple hecho de que sea 14.
Aún no entiendo bien porque se regala cuando una pareja hace 1 mes, 2, 3, 4…1 año, 2, 3, 4,..10. Imagínate cómo voy a entender que se regalo el 14.
Llámame loca, o romántica, como quieras pero ¿no tiene más sentido regalar cuando te apetezca, por el hecho de estar feliz a con persona a la que quieres, y al mundo entero si así te apetece?
Pero bueno, aún le veo más sentido a regalar en esos días, y asumo que me gusta regalar y que me regalen, claro.



Habitación a oscuras, manta, música de fondo (Love of Lesbian & Carlos Sadness - Universos Infinitos RMX)

viernes, 10 de febrero de 2012

sábado, 4 de febrero de 2012

Momentos subrealistas.

Quizás sea el tiempo, o el yo que sé, pero hoy es de esos días en los que estoy más a gusto en mi casa fuera de todo, en mi mundo, que en el mundo exterior con el frío.
Igual que dije que no me gustan las despedidas, digo que me empiezan a gustar los cambios, pero poco a poco.
No soy de gustos fijos, es verdad.
Hace unos meses detestaba los cambios con todo mi ser. Supongo que porque llevaba todo el año cambiando una y otra vez, durante más de 7 meses. Y hace meses tuve que hacer uno de los cambios más importantes de mi vida. Al principio no me lo tomé muy bien, iba con miedo y con mi inseguridad de siempre, pero poco a poco se me iba pasando.
Pues bien, ese cambio suponía empezar a estudiar en otro instituto Administración de Empresas, y me alegro de ese cambio. Y no solo porque llegó el momento en que empecé a odiar dónde estudiaba y la gente que había, sino porque siento que he madurado, y que sigo haciéndolo día a día.
Los cambios a veces no están tan mal, sólo tengo que saber cómo tomármelo, y  en los que más miedo me dé pensar en que con esos cambios y el día a día la gente (yo) va madurando y creciendo como personas.
Ahora bien, tiene una doble vertiente que te hace darte cuenta de la gente que creías que estaba ahí, ya no está tanto, y se va notando en pequeñas cosas. Bien hay que decir que cuando se les necesita, esas personas están. Pero a veces gusta que estén sólo por estar, no cuando estas hundida. Pero bueno, eso ya es otro tema.
No ha existido peor comiendo del año como el de 2011, y a la vez tan bueno. Porque estaban ellas (y con eso me basta)
Y no hay mejor comiendo de año como el de 2012, la primera persona a la que vi, fuera de mi familia, fue Rubén (¡oh mi Rubén!), y luego a ellas (y me sigue bastando con ellas)
Y si, como siempre me he cambiado de un tema a otro sin venir a cuento. Me encanta.

viernes, 3 de febrero de 2012

Me hace muy feliz que me despierten con un “Buenos días chiquitica”.

Me gusta reír a todas horas, soy de sonrisa fácil y de risa dura. El mejor chiste del mundo puede no hacerme gracia, sin embargo, la mayor tontería sin fuste del mundo me puede hacer reír durante mucho tiempo. Y más aún cuando lo recuerdo.
Soy de las que coleccionan recuerdos de todo en la carpeta "imágenes". También en mis 3 corchos y mi armario.
Tengo los corchos de mi habitación repletos de fotos, collares, dibujos, llaves, pajitas, entradas, pulseras.
Me puedes ver por mitad de la calle a en mi mundo sonriendo por cualquier cosa que recuerde, vea, escuche o imagine.
No tengo mucha confianza en mí misma, pero estoy en ello.
Me encanta dibujar, ponme boli, lápiz y papel y seré más que feliz.
Adoro a mi perra y a mi tortuga. En cambio no me gustan los pájaros ni los roedores.
Sin pc me volvería loca.
Mi reto es ahorrar para una buena cámara, mientras con la del móvil y la cam fotografía todo aquello que me dice algo (por eso de los recuerdos)
Tengo muy mala memoria para los nombres de las personas que en realidad no me importan, se supone que soy buena con las fechas.
Mi orientación por las calles que no conozco es malísima pero soy rápida enlazando datos yy haciendo caminos mentales para salir a alguna que me conozca.
Soy una agobios.
A veces me paso de camota, demasiado.
Soy de puntazos, y tengo muy en cuenta a las personas que alguna vez me han fallado. Y estoy incondicionalmente para las que siempre están ahí.
Asumo que soy manejable y me dejo llevar, hasta que caigo del higo y pienso.
Me guardo las cosas malas en cuanto a amistades y familia hasta el punto en el que exploto y lo mando todo a la mierda. Y sé que no debería ser así. También estoy en ello.
Me encanta los mimos pero sin agobiarme. Y las cursilerías.
No me gusta que me canten.
Amo los momentos estufa, con manta y Tula (mi perra)
Me encanta leer y escribir. Tengo momentos en el día que me creo filosófica y me pongo a discutir con el mundo.
Suelo llegar tarde y le echo las culpas al autobús.
Tengo varias risas, pero sin duda me quedo con la risa malévola cuando hago algo que no debería, como esconderle las galletas a mi hermana.
No quiero perder mi lado infantil, nunca.
En los momentos en los que hay que ser madura, a veces me doy miedo de la cabeza fría que llego a tener.
Si empezamos a hablar de política puedo ser totalmente neutra, pero aún así discutirte.
Soy experta en desquiciar a mi padre, y eso de ser la pequeña a veces no ayuda.
Siempre he querido ser la súper heroína de alguien.
Cuando me enamoro, me agarro a esa persona con piel y uñas.
Soy experta en eso de enrollarme y hablar hasta quedarme sin saliva o sin tiempo.
Me gustan los museos de arte, pero soy incapaz de aprenderme nada sobre los artistas.
Leo muchísimo, he tenido días en los que solo paraba de leer para comer y cenar, y aún así no recordar los autores.
Tengo los colgantes con los que más me identifico:
Uno de una libélula; me encantan las libélulas tan libres revoloteando en las piscinas de verano.
Otro con dos 8 que representan infinitos; mi palabra es “infinito” y mi símbolo, porque eso es lo que quiero, un infinito.
Un busca ángeles; me lo regaló mi hermana por mi santo hace años atrás y representa lo que siempre he querido, y tengo, un ángel que me cuide en mis líos, que me ayude a centrarme y a madurar.
Y un cascabel; me llamaban gatilla por eso de que soy pequeña, me deslizo por cualquier lugar, me gustan los tejados e estar independiente del mundo. Observar, dar topaditas en busca de mimos.
Si hablamos de colores no podría decantarme por ninguno concreto, todos me dicen algo. Aunque descartaría como primera opción siempre al amarillo y al naranja.
El negro me infunde confianza. Los tonos lilas son recuerdos. Los azules siempre serán tormentas, agua, cielo, escarcha. Los verdes vida, verano, alegría, esperanza, cambios. El naranja calor, aburrimiento, cansancio. El amarillo recordatorios, sol, agitación. Rosa, infancia, niños pequeños, juegos, caricias.  El rojo, mis padres, la unión, tranquilidad, fiesta, lentejuelas.
Tengo todo ordenado a mi manera.
Tengo la costumbre de amontonar ropa en la silla pasara pasarla a la cama y luego echarla al armario sin doblar durante la semana y ordenarla los viernes o sábados por la mañana.
Siempre he pensado que soy rara, a mi manera, a mi bola, en mi mundo siempre. Lo que la gente ve normal a mí suele costarme.
Soy muy vergonzosa, pero poco a poco supero muros inmensos que salto con cada saludo.
Cambio de estado de ánimo con facilidad.
Duermo poco.
No suelo ponerme mala muchas veces al año, pero todos los veranos me pasa algo.
El tiempo me pasa rápido casi siempre.
Me entretengo con poco.
Nunca he viajado, y me gustaría hacerlo.
De pequeña era muy bichejo. Mi entretenimiento era esconderme con las galletas en un hueco que había en la cocina.

Y colorín colorado…

miércoles, 1 de febrero de 2012

Que las pequeñas alegrías ni se compran ni se venden.


A veces sucede que crees que lo tienes todo bajo control y está tan bien puesto todo en su sitio que al mínimo roce o giro inesperado salta de golpe sin poder parar ni una sola pieza.
Ideas, sentimientos rebotando contra la pared.
Gente que se va, a esas no ves ni que se están yendo de la velocidad que llevan.
Momentos que se desvanecen, y recuerdos ya olvidados reaparecen, esos que escondiste en lo más profundo del engranaje para nunca verlos más. Si, esos.
Miedos que creíste que estabas superando, y que realmente están a flor de piel (como siempre).
Y te sientes estúpida por pensar que todo iba a girar perfectamente sin caer en ninguna piedra, bache o grieta. Estúpida.
La parte buena de todo esto es que empiezas a valorar lo que tienes.
Te tomas la vida con otro tipo de filosofía, viendo la parte buena. Que para la mala ya habrá tiempo.
Conoces realmente quién es la gente que está ahí, que por mucho que joda siempre es diferente a la que te esperabas que estuviera (aunque otras personas siempre están).
Yo personalmente tengo dos pilares fundamentales: mini Olga y Patricia, por muchas peleas que hayan.
Y que siga así.

¿Habéis escuchado alguna vez la canción de extremoduro que dice "me da miedo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos"?

Bien, pues a mí me da miedo cuando la gente se aleja sin decir nada.

Odio las despedidas.
Toda clase de despedidas, incluso cuando me despido de mis padres para irme a clase, a dar una vuelta o de fiesta. Toda clase de despedidas, repito.
Pero más aún las despedidas en la estación, con maletas y miles de cosas que decir a última hora. Cómo que te quiero, que te enviaré sms, que te voy a echar de menos, que te cuides, que eres mi verano, que..
Demasiadas cosas a última hora, y más que se acumulan en la boca cuando te veo subiendo al autobús, ese que nos va a separar y que va a hacer que no sepa de ti hasta dentro de 8 horas. ¡Que putada!

Pues eso, que odio las despedidas. Pero me alegro de que después de una despedida llegue a mi casa desanimada y tenga a mi hermana esperando para decirme de dar una vuelta, comprar chuches, cocacola e irnos a la playa a pasar la tarde juntas. Así si que se me alegra después de una despedida. Y todo, sin saberlo ella, ¡que cosas!